Cuando pensabas que ya lo habías visto todo, llega esta casa de cuento y te rompe los esquemas.

Tienes razón. Lo más sobresaliente de esta casa de premiado, ecológico e inusual diseño no está en su interior, pero no todos los días ves una escalera con peldaños hechos con skates, la vajilla colgando del techo en un antiguo botellero/escurridor, ni descubres a un padre de familia dispuesto a sacrificar para el bien común -y unos cuantos libros de cocina- su clásico Mercedes Jaguar gris plata (sí, eso que intuyes en la primera foto es un coche plantado en vertical a modo de vitrina). Sin embargo te confieso que fue la foto que te dejo justo aquí encima, al cruzármela por casualidad en pinterest, la que me arrancó un «¡anda ya!». Gracias a ella descubrí esta pequeña joya llamada Dutch Mountain House. Porque no me digas que no es casualidad