Decir el distrito 16 en París es, a nivel inmobiliario, como hablar de la Quinta Avenida de Nueva York (16ème vs 5th), así que la inversión en equipar, vestir o embellecer metros cuadrados de tal porte no es tarea para manos temblorosas. Y quienes firman esta reforma lo saben. Este pisazo en la Avenida Henri […]
Bicromatismo. Una de rosa y gris y de cosas (y palabras) que no existen.
Creo que nada de lo que vemos en las imágenes existe y te confieso que eso me provoca una cierta desazón. Que haya programas informáticos y gente con el suficiente talento a los mandos de esas naves capaces de hacernos ver lo que no hay y creer lo que no es, por un lado me fascina y por el otro me asusta. Dejando de lado cómo me siento, aquí tienes un ejemplo clarísimo de la gran afinidad que une a los colores rosa y gris. No cualquier rosa y desde luego no cualquier gris. De la cocina al salón, del dormitorio al baño, pero sobre todo en el pasillo y en la entrada. Elegante, sobrio, sofisticado, sereno. Ah, que dice la RAE que Bicromatismo no existe. Bueno, ese vestidor tampoco y ahí lo tienes, así que me vas a permitir el título con falta porque el espacio lo merece ¿no crees?