Maderas con acabados rústicos mezcladas con grandes luminarias de latón y cristal, mucho negro, paredes que son en realidad grandes ventanas abiertas al exterior y un estilo elegante y cuidado. En esta casa de nueva construcción en Minnesota todo parece pensado para no querer poner un pie fuera. Y mira que el jardín tiene buena pinta…

Está claro que a los propietarios de esta casa australiana llamada Glen Iris House les gusta el color verde, el diseño oriental y los espacios de aires minimalistas poblados de plantas. Con estos mimbres, y algunas antigüedades que ya venían con esta familia en la mudanza, el equipo de interiorismo creó un hogar acogedor, luminoso, moderno y lleno de personalidad.  Una de esas casas en las que los muebles «no casan a primera vista» que son los que a mí más me gustan. Como esas canciones que acaban gustándote a morir pero que la primera vez que las escuchas no acabas de entenderlas. ¿Me explico? :)