Con una clara apuesta por el blanco y la madera de tono bien oscuro, con muebles de corte clásico y algunas antigüedades que apuestan por la sencillez y la buena manufactura, esta casa en California está pensada para que una pequeña familia de 4 (una pareja y sus hijos pequeños) la disfruten al máximo. Otra […]
Por si algún día me olvido…
os deseo un muy feliz y tranquilo 2020

El último post del año podía ser mil cosas, desde un resumen de mis hits personales, lo mejor del blog o una sencilla foto llena de significado. Llevo desde 2008 diciendo adiós y recapitulando año tras año y empiezo a tener ya una varieté interesante en cuanto a despedidas. El 2019 ha sido otro (muy) buen año en lo personal y en lo profesional, pero como en cada una de las últimas vueltas al sol, ha habido dolorosas despedidas, de esas que le hacen a una apreciar el doble la bendita rutina y lo frágiles que somos, vivencias que le hacen a una más sabia y tranquila. Y encima este año me he vuelto oficialmente una señorona de 50. Yo, que soy de las que doy gracias a la vida cada mañana por el simple hecho de levantarme sin dolor, solo puedo decir que firmo ahora mismo otro 2020. Soy muy consciente que la buena racha puede acabar pronto, pero siempre me quedarán los buenos recuerdos. Un «que me quiten lo bailao» de libro. Y por si me olvido, aquí va una ráfaga de fotos de ese día, hace muy pocos, en el que mi almacén se convirtió en una pequeña galería de arte en la que se mezclaron los cuadros de mi amiga María del Roxo con las piezas de mi tienda bonita. Ale, a por el 2020.