No sé si soy la única, pero tras las decoraciones navideñas durante semanas en casa y en las tiendas, mi cerebro me pide lisura, o lo que viene siendo paredes desnudas, luz natural en abundancia y ausencia de tonos verdes mezclados con rojo y dorado. Me dura poco, pero es que hoy, 7 de enero, es día de retirada de adornos y estoy en plena descompresión. Nada mejor para colmar mis ansias de simplicidad sin renunciar a la estética que este apartamento de 64m2 en Hong Kong en el que, por primera vez en este blog, podemos ver un lugar de trabajo independiente pero integrado en el salón. ¿Ves esta especie de casita de juguete? Pues es la solución que ha encontrado el padre de esta familia para trabajar desde casa con funcionalidad y privacidad. Los dormitorios de la pareja y de su hija están también conectados por un pasillo que parece sacado de una nave espacial. Alucinante ¿verdad?.