Pues sí, para qué llamarla casa cuando quieres decir mansión ¿verdad?. Con al menos tres salones, múltiples dormitorios y baños y en primerísima línea de costa, con la arena a escasos metros de la terraza y su piscina con vistas. Eso sí, tengo que reconocer que cada vez que veo casas tan próximas al agua […]
Una casa con piscina en mitad de la nada…

Digo la nada, porque no sé dónde está. La interiorista tiene su estudio en Vancouver pero si tuviera que apostar, diría que esta casa está en algún lugar del interior de California, en alguno de estos parajes casi desiertos, áridos y atractivos, de atardeceres de película… La casa es un sueño. Grandes ventanales que se abren a ese paisaje, colores tostados, mucho blanco, serenidad y calma.