No sé qué me fascina más de este minúsculo apartamento en el parisino Marais, si que solo mida 16 m2 y parezca el doble de grande o la historia de cómo fue comprado y reformado… Contactada en plena pandemia desde Philadelphia por la reciente propietaria de este espacio, una estadounidense enamorada de París que había comprado el piso sin verlo durante el confinamiento, la interiorista se puso manos a la obra y gracias a Skype fueron dando forma a esta pequeña joya. Hay que decir que Marianne Evennou es una especialista en multiplicar metros cuadrados, como puedes ver en estos otros proyectos suyos, pero a mí esta historia me deja boquiabierta…

Hace dos días el protagonista del blog era un piso sueco de 34m2. Hoy solo añado un metro cuadrado a la ecuación… pero también un piso en altura. En el corazón del Marais parisino, Charlotte, una joven actriz y estudiante, disfruta ya de un hogar acogedor y funcional, ubicado en un «hôtel particulier» del s. XVIII. Dice la interiorista que la idea era «crear un pequeña casa mirando al cielo». Baño, dormitorio y pequeño despacho están en la parte alta, mientras que el espacio del salón-cocina se abre a la entrada y está pensados para acoger a amigos. Quién pudiera. O hubiera podido … ;)

Parece que la interiorista que firma esta maravilla de 25m2 es toda una especialista en sacar el máximo provecho a cada metro cuadrado del prohibitivo parqué inmobiliario parisino, y no hay más que ver este otro apartamento para comprobarlo. Este, pensado en clave más femenina para su propietaria, Rose, cuenta con una distribución espectacular -recuerda, 25m2!! -, unos colores suaves y empolvados que aportan un toque elegante y acogedor pese a la paleta de colores fríos, y una utilización de la luz natural que se cuela hasta el aseo «escondido» tras la pared del cabecero en un dormitorio que se aisla del resto con unas cortinas. Hablando de cortinas… ¿qué tal esa idea de aislar la vivienda del ruido de la escalera y del cuarto donde está el inodoro tras un rico cortinaje estampado? En este enlace puedes ver un reportaje en la revista Marie Claire Maison de este mes con todos los detalles de este proyecto. 

Este joven afortunado se llama Duncan y lo es porque, sinceramente, disponer de un piso así en una de las zonas más exclusivas de París, el distrito 16, decorado de esta forma y lleno de las antigüedades de la familia es como para dar las gracias cada mañana al despertarte. Una pequeña vivienda llena de encanto, con mucha luz natural y una buena distribución a la que no le falta ni una cocina en condiciones, chimenea y hasta biblioteca. La magia de saber crear ambientes y crear puntos focales.