Si hace unos días te llevaba de paseo por los salones, dormitorios y pasillos del Palacio de Versalles, déjame que hoy demos un paseo por sus im.presionantes jardines. No voy a darte la lata enumerando los jardines, parterres, avenidas, esculturas y las fuentes, porque nada mejor que ir a su web para descubrirlos con calma y hacerte una idea de cómo son y de lo que te espera cuando vayas. Porque si vas a París más de 3 días, deberías acercarte. En menos de una de tren estás allí. Otra cosa son las colas para sacar la entrada y las multitudes que irán contigo de paseo. Pero eso es el precio a pagar. Peor es la Gioconda del Louvre y picamos todos :)

Hace hoy un par de fin de semanas tuve la ocasión de conocer por el fin el Palacio de Versalles, ese que llevaba deseando visitar desde que puse por primera vez pie en tierras galas con 20 años y que, mira tú por dónde, para los franceses es Château, es decir, castillo. No te voy a contar nada que no venga detallado en su web (tienes el enlace un poco atrás) ni te diré que no verlo es una pena, que lo sería, pero si decides ir, piensa que salvo que mires para arriba -frescos, arañas, artesonados y molduras bien merecen la pena-, el resto lo verás rodead@ de hordas de gente deseosa de verlo todo como tú; si has estado frente a la Mona Lisa en el Louvre sabrás de lo que te hablo. Te he dejado alguna foto para mostrártelo gráficamente. Es decir, si huyes de las multitudes, mejor no vayas en fin de semana :). Hoy te enseño solo fotos de los aposentos del palacio y alguna foto de los edificios vistos desde los jardines. Para ver estos últimos tendrás que esperar una semana más. Espero que el paseo te traiga tan buenos recuerdos como a mí.

Quizá lo mío no sea lo habitual, pero el caso es que después de haber visitado París varias decenas de veces en los últimos 4 años, nunca había sacado tiempo para ir a ver el Petit Palais, sede del Museo de Bellas Artes de la ciudad. En mi descargo diré que con una competencia tan abrumadora, con visitas casi obligadas como las del Louvre, el museo de Orsay, el de Artes Decorativas por mencionar solo 3 (creo que he estado en por lo menos otra media docena más como el Carnavalet, Picasso, Museo de la Vie Romantique, Fundación Louis Vuitton, Georges Pompidou…), el Palacio de Versalles o las decenas de exposiciones temporales que tienen lugar cada año en la ciudad, tampoco se me había ocurrido, la verdad… Pero esta vez había oído maravillas de la exposición temporal de Jean Michel Othoniel y me pareció la ocasión perfecta para ver qué secretos ocultaba. Reconozco que fui a ciegas y me quedé alucinada por la calidad de lo que guardan ahí. Sólo por los antiguos vasos griegos de figuras negras y rojas que conservan ya merecía pasar varias horas recorriendo sus salas, pero es que hay desde prerrafaelitas a Roma antigua, escultura, pintura, mosaico y todas las épocas. De verdad, si puedes ir, no lo dudes un segundo. Y encima es gratuito!.