Con una pared así, nada es lo mismo. Te cuento la historia de este pequeño apartamento de 38m2 en el carísimo Lyon. La interiorista propietaria de este espacio llevaba buscando tiempo un piso para transformar y luego ponerlo en alquiler. Tras varias decepciones, dio con este piso sin saber que se trataba de un «canut», ya que las paredes de piedra llevaban decenios tapadas. Canut es el nombre con el que se conocía a los obreros que trabajaban en la próspera industria de la seda en el s. XIX en Lyon y por derivación a los edificios coloristas del barrio de la Croix Rousse (Cruz Roja) y otros lugares como este, Caluire et Cuire, donde vivían y también a algunos talleres donde se hilaba la cotizadísima seda lionesa. Los «canuts» cuentan con techos altos, paredes de piedra, vigas de madera y habitualmente las cargas van sobre esos muros perimetrales, lo que permite abrir grandes espacios que recuerdan mucho a un loft. Así que, una vez descubierta esa joya en forma de muro, el diseño de todo el espacio giró en torno a ese elemento, y de un diseño inicial con una cocina de muebles azules, se pasó a este estilo chic, sereno, boho… El dormitorio, en el altillo está pensado para poder se pasado a la planta baja. Todo con el objetivo de crear un espacio funcional y versátil. Al final tienes un par de fotos del antes. Son para no creer…

Fotos: Aude Lemaitre · Interiorismo: Justine Martoni via Cote Maison

Ahí van las fotos del «antes»…