«Desde nuestras primeras conversaciones con los clientes entendimos su amor por el color, los materiales únicos y la artesanía local». Tomo prestada esta frase de la web de Paula Mena de Yeyé Studio, quien firma esta reforma tan espectacular en el castizo y madrileño Chamberí porque resulta fundamental para entender la elección de materiales, como […]
Una pequeña batallita y una gran sorpresa · A little story and a big surprise
Gijón. Una mañana de noviembre de 2014. Mi estudio/taller (dónde si no).
– «Oye, Leticia. ¿Qué te parece si te hacemos una entrevista para la sección «detalles personales» del próximo número de la revista?» (por «la revista» léase, la archiconocida revista española de decoración Mi Casa, de cuya edición online forma parte desde hace unos meses este humilde blog).
A esa pregunta, si una está en su sano juicio, y después de dar un salto de alegría y contárselo a su marido que piensa que su mujer definitivamente se ha vuelto loca, responde rauda que sí, pues claro, por-su-pues-tí-si-mo. Y revisa dos veces la bandeja de salida del mail para asegurarse que la respuesta ha salido, que menuda es una.
Y entonces, al poco rato, llega el temido mail con el «necesitamos una foto tuya». Cielos. Ahí la tierra se abre bajo tus pies, porque te has metido tanta caña este año 2014 (no has descansado, no has comido bien, no te has hidratado, no has cuidado ni tu piel ni tu pelo) que no estás para sacarte fotos y menos aún primeros planos y tiras de archivo, y buscas, y sigues buscando, y aparece «la foto», pero claro con el nuevo corte de pelo esta foto con tu melena morena al viento que te sacó de tantos apuros estos últimos tiempos, pues como que no. Y además, porque así a lo tonto han pasado ya 5 años y qué quieres, ya no eres esa. Ya eres… 5 años mayor. «Y ahora tienes el pelo corto, Leticia. Despierta. Tienes que hacerte unas fotos decentes.»

Así que como una gasta amistad con un gran fotógrafo, de esos que ganan premios sin parar y encima es especialista en retratos (también en desnudos, pero aquí no aplica ;)), pues aprovecha y concierta una cita para sacarse unas fotos en familia -que lo vas dejando, lo vas dejando y pronto tus hijos serán más altos que tú- y piensas que muy malo va a tener que darse como para que no puedas sacarte un par de fotos sola de lo más aprovechables… Pero como andas a mil, ese día no vas a la peluquería, y llevas la camisa arrugada y no has llevado plan B de vestuario y posiblemente esa mañana el despertador había sonado a las 6 y tienes unas ojeras que meten miedo. Mucho miedo.
Así que como era de sospechar, y gracias a la ley de Murphy o la simple ley de la Lógica Aplastante (la de que es imposible que tengas buena cara cuando llevas el ritmo que llevas) no hay de dónde tirar. Y la fecha límite llega. Y por culpa de un retrato estás a punto de perder una ocasión única. Y entonces te pones a pensar a la desesperada, y recurres a las pruebas de la sesión de familia -tropecientas fotos, recuerdas- que te hiciste aquél día y descubres que hay UNA foto, una ÚNICA foto en la que no estás cabeza con cabeza con tus hijos, o que no estás desternillada, o con una mueca imposible y que con un ¿poco? de photoshop, quién sabe, quizá logres salvar los muebles. Y le suplicas a tu amigo que te eche un cable comoparaantesdeayerporfavor y que te «aisle» y que, ya puestos, te pase uno de esos filtros mágicos, de esos que ni el David Copperfield, ya me entiendes.

Y la foto llega, sí, la foto sirve, claro que sí, tiene que servir. pero es que tú tienes un postureo raro, porque claro, en la foto tú no estás posando sola, tú estás arrodillada sobre tu hijo, hombro a hombro con tu marido, después de haber hecho la croqueta con el suelo y el tonto de mil una maneras. Tú estás así:

Y esta es la pequeña historia de un postureo imposible y una entrevista que fue… por los pelos. Los de loca que tengo en la foto. Y lo bien que nos lo pasamos… :D.
Ah, y sí, claro, mi cara también está photochopeada en la foto, porque la cara de cansada que tenía era de meter miedo. Mucho.
Gracias, equipazo de la revista Mi Casa, por la oportunidad. Gracias Muel, amigo, te debo una más.
Y que viva el Photoshop y la madre que lo parió.
Fotos (por si no te lo has leído): Muel Fotógrafo
Enhorabuena por la entrevista Leticia! En cuanto a la foto, la verdad es que estás fantástica…, tener una foto así de bonita es casi necesario, tanto como una buena tarjeta de visita.
Y sobre todo felicidades por esa familia tan guapa.
Un abrazo!
Eres genial Leticia, enhorabuena por la publicación, un placer enorme que guardaré porque en ese mismo número salgo yo también.
Tu familia preciosa, tu hija aunque tiene el pelo mas claro que tu le veo un gran parecido, espero que nos veamos muy pronto, un besazo
¡Qué casualidad!, el otro día mi suegra (también fotógrafa profesional) nos hizo la misma foto de familia, también después de haber hecho la croqueta y todas las posturas imposibles habidas y por haber.
Estás muy guapa en la foto. Enhorabuena por la entrevista.
Besos
Cris