Hoy vengo exultante para decirte que este viernes 6 de mayo, y después de darle vueltas, muchas, muchas vueltas a todo Vintage & Chic, al taller, a la tienda y a mi vida, he conseguido por fin hacerle un hueco de nuevo al blog de bodas, a Love Notes, un proyecto que empecé con muchísima ilusión allá por 2009 llamándose {…y algo azul} cuando, créeme, esto de los blogs no era lo que es ahora y éramos sólo 2 ó 3 los blogs específicos dedicados a compartir bodas de ensueño e inspiración para futuras novias… Recuerdo el cambio de nombre y de diseño (el primero de varios) hace como 5 años que fue acompañado de la decisión de borrar de un plumazo los, creo recordar, casi 5.000 seguidores que tenía de aquella en facebook y que podrían ser decenas de miles a día de hoy. Una de tantas meteduras de pata y aprendizaje a las bravas de mi vida 2.0. Empezar de cero patatero una y otra vez, como ahora con su cuenta en Instagram que abrí hace solo unos meses y donde somos todavía poquit@s. O la de Ello, hace semanas. O la twitter, hace solo unos días.

Ay, cómo ha cambiado y para bien, el panorama de las bodas en España. Qué delicia ver toda esa inspiración online, todos esos blogs, webs y revistas que han ido surgiendo este tiempo en el que Love Notes ha quedado aletargado…

Pero ya ves, enn estos 3 años de parón casi total, y para mi absoluta sorpresa, las visitas al blog han seguido un ritmo constante, han sido much@s l@s lectores/as que me han escrito con un «¿Qué, cuándo vuelves?» y muchas también las novias poco convencionales, -como lo fui yo aquél 1 de julio de 2000 con mi pamela y mis pantalones-, que han seguido enviándome sus bodas para publicarlas… aunque ha sido misión imposible. Y aunque este blog de decoración siga siendo la «nave nodriza» de Vintage & Chic, y la tienda y el taller una parte fundamental de este pequeño mundo, día sí y día también me he sentido bloguera de bodas y he visto con envidia y una pizca de resignación cómo otros espacios online se llenaban de tules y de encajes, de miradas cómplices y flores de morir de amor, sin que yo pudiera hacer nada a corto plazo para volver. Te confieso que el ritmo de estos últimos años por estos lares ha sido cuanto menos intenso. Como de casi dar al botón de «delete» en algunos momentos y dedicarme al mundo contemplativo :).

Pero ya está. Ajustes realizados. Replanteamiento casi completado al 100%*. Ideas claras. Ganas hasta para regalar.

Y un renovado Love Notes por obra y gracia de la genial Isabel Macías de Melon Blanc.

Y sí, quedan mil cosas por revisar en el blog, pero estoy FELIZ de poder decirte que ya tengo las tres próximas cápsulas de felicidad programadas para esta semana. Y más para las siguientes. Y que esto es un renacer en toda regla.

Espero que te apetezca pasarte a saludarme por allí. No sabes la ilusión que me hará.

Y si eres una de esas novias poco convencionales estaré encantada en que me escribas contándome cómo fue tu boda…

Ah, y quizá apuntarte a la newsletter de Love Notes (que además, si lo haces antes del 31 de mayo entrarás en el sorteo de dos antiguas perchas de latón como estas).

Que sí, ya está…

*He tenido que tomar alguna decisión bastante drástica, como la de parar el taller casi completamente durante un par de meses que además ha coincidido con la mudanza del Almacén Chic, nuestra showroom, de un local perfectamente equipado a otro casi en bruto –mira esta foto– (eso sí, algo mayor y con una situación mucho mejor para mí, es decir, con más posibilidades :)) y del que te iré contado las reformas que haga en las próximas semanas. Otras decisiones se tomaron por sí solas, como cuando 15.000 correos electrónicos que se volatilizaron con un cambio de hosting hace unos meses… Sí, lo presiento el ritmo seguirá siendo intenso, pero en mi vida los vestidos bonitos y las manicuras perfectas han llegado para quedarse.