Sí, lo sé. Probablemente haya publicado ya en el blog al menos 10 ó 15 cocinas de mis sueños e imagino que no tienen nada que ver unas con otras. En mi descargo diré que en estos 15 años de publicaciones mis gustos decorativos y mis necesidades funcionales/familiares han ido variando y ahora me imagino […]
Pon un radiador toallero en tu vida. O una de razones funcionales y estéticas.
¿Qué tal si hoy hablamos de radiadores toalleros? Confieso que soy muy fan de ellos, por su versatilidad, funcionalidad y por su diseño. Sirven para calentar el baño o un aseo de forma segura y eficiente en viviendas que no cuentan con calefacción o simplemente para mantener siempre secas las toallas y los albornoces. Y que muchos incorporen un termostato programable es el invento perfecto para conseguir que el baño esté a la temperatura ideal por la mañana bien temprano sin tener que poner un pie fuera de la cama antes de tiempo. Además son la solución perfecta para baños pequeños, porque ahorran el doble espacio de pared que ocuparían la combinación radiador + toallero, además de que hoy por hoy son unas piezas decorativas de primera. Y ni siquiera tienes que andar con rozas ni con obras ya que muchos vienen con la posibilidad de enchufarlo. He estado echando un vistazo a las novedades que hay hoy por hoy en el mercado y te confieso que me he quedado alucinando con las opciones disponibles. Y es que más allá del clásico y siempre infalible acabado cromado y el sencillo – y nórdico- blanco, los he visto negros, imitando el acero corten, en colores vivos, con formas sinuosas y rectilíneas, con bandeja para apilar las toallas dobladas y hasta alguno dorado se ha cruzado por ahí.
Los hay de muchos tamaños en función de las necesidades, pequeños para colocar en un pequeño trozo de pared o imponentes, para cubrir un paño de pared vertical; los hay «tradicionales» y de diseños espectaculares, como verdaderas esculturas de pared. Y como verás en las fotos que he elegido para ilustrar este post, las opciones para instalar un radiador toallero son múltiples: puedes colocarlo en la zona del lavabo, como en este aseo blanco de aires art decó o los dos justo debajo, con unos radiadores toalleros negros y de diseño. Pero hay más ideas y te he dejado la más original para el final. Ya verás, ya… Ah, espera, para manitas, aquí va un enlace para que sepas cómo instalar un radiador toallero (clic)
Angelina Alekseeva
Y ahora otra ubicación clásica: colocar el radiador toallero junto a la bañera o ducha. En este caso, mejor colocar un toallero más largo por una cuestión funcional (más tela que secar, ergo, más calor necesario) y estética, a toallas largas, radiadores largos. De cajón, vaya :)
engineering discoveries
Design: Kirill Golovlev via Dezign Ark
Pero como verás en estas fotos que siguen, si no tienes espacio ni junto al lavabo ni en la zona de baño, puedes colocar el radiador toallero donde te apetezca (o puedas) y no quedará mal. Aquí varias ideas de colocación junto al inodoro y al bidé. Eso sí, luego añades un jardín vertical de verdad o de mentira (léase papel pintado vinílico) y el efecto es wow total. Lo único es que nadie mirará para el radiador…
Y como te anunciaba arriba, acabo con la idea más inesperada que he visto buscando info para este post. Un radiador toallero en el cuarto de lavado. Bueno, hace falta tener un cuarto de lavado ;), pero no me digas que no es perfecto así, tal cual. Ya imagino los calcetines secando a mil por hora…
Foto superior: El Mueble
*Post escrito en colaboración con Ibanos.com. Todas las opiniones son mías.