Nórdica, sí, pero clásica y con un punto rural. Una gran cocina sin pretensiones, empapelada con uno de esos diseños florales tan típicos del norte de Europa y abierta a un comedor y zona de estar que parece sacada de una cabaña sueca de principios del siglo XX. Una cocina atípica y muy acogedora…
Inspirado en un gabinete de curiosidades. Y con muchas ondas.
Dicen las interioristas que la inspiración para crear estos baños y habitaciones en un pequeño hotel parisino ubicado en la larguísima Rue du Bac (lo sé porque me la pateé enterita hace unos días, de noche, en un París navideño y muy frío), y que discurre en los distritos 6 y 7, fueron los antiguos gabinetes de curiosidades. Y la verdad es que al ver las piezas que decoran las estanterías me entra la duda de cuánto durarán ahí expuestas, o si están atornilladas a la base ;). Ya más en serio, me encanta el estilo personal y la repetición en mobiliario y objetos decorativos de ese motivo ondulado y sobre todo, me gusta mucho la paleta de colores. Por cierto, más proyectos suyos aquí.
Fotos: Romain Ricard · Interiorismo: Batiik Studio